Editorial

Altaveu #5 2022

Hace ya casi ya dos años que la Covid-19 paralizó el país entero. Fue, en aquel marzo de 2020, cuando se produjo un confinamiento que, aunque en diferente medida, afectó a toda la población. Fue el momento en que los ERTE, el trabajo a distancia, las formaciones y reuniones online, las restricciones en los comercios y, desgraciadamente, el cierre de empresas, se introdujeron en nuestras vidas como una opción más; pero que los buenos augurios predecían como algo temporal. Sin embargo, los desacertados presagios, por imprevisibles, poco podían presentir que, aunque de forma dispar, estaríamos así, al menos, un año más.

De una manera u otra, 2021 ha sido el pistoletazo de salida de aquello que se dio por llamar la “nueva normalidad”, aquella en la que, supuestamente, íbamos a ser mejores personas, que nos iba a unir más como sociedad y que iba a dejar de lado, aunque sea un “poquitico”, nuestra creciente individualidad. El número de personas en ERTE ha descendido notablemente; se ha vuelto a imponer la modalidad del trabajo presencial; han decaído las restricciones; ha regresado la formación presencial, y las noticias nos hablan de una reactivación económica y laboral. Sin embargo, la otra cara de la realidad muestra un escenario donde ha aumentado la brecha salarial, donde ha crecido la desigualdad y, por lo tanto, se ha acentuado la vulnerabilidad.

Partiendo de estas premisas, desde el Altaveu, una publicación editada anualmente dentro el proyecto de La Nostra Ciutat, el teu refugi, se quiere dar a conocer, dando voz a sus protagonistas, cuáles son los condicionantes que tienen las personas refugiadas a la hora de incorporarse al mercado laboral. De esta manera, se ha planteado un monográfico dedicado a la empleabilidad, intentando reflejar los diferentes rasgos que atañen a la búsqueda de empleo y a la inserción en el mundo laboral, conscientes de que pueden ser extensibles al resto de la población, de quienes han solicitado protección internacional.

Afrontar este monográfico no ha sido tarea fácil. Son muchos los factores que supeditan el acceso a un empleo para alguien que ha pedido asilo en nuestro país, por lo que se ha intentado abarcar, aunque sea con breves pinceladas, algunos de los que consideramos más importantes. Aspectos idiomáticos, formativos, psicológicos y administrativos, se entremezclan con los más puramente personales, como pueden ser el esfuerzo, la capacidad de emprender o, simplemente, la fortuna de “estar en el momento adecuado”.

En un momento de creciente polarización, en el que las redes sociales (e incluso la prensa especializada) expanden indiscriminadamente las denominadas fake news, en que los prejuicios y estereotipos siguen formando parte del colectivo imaginario de la población, queremos afrontarlo con honestidad. Para ello, la mejor manera de hacerlo es huyendo de la victimización y, simplemente, dando voz a quienes protagonizan esta revista. Buscamos dar un enfoque positivo, de lucha, de esfuerzo, de vivencias cotidianas, que conforman esa compleja realidad de quienes buscan labrarse un futuro en la ciudad que les ha dado acogida; pero, sin olvidarnos de todas aquellas experiencias, trabas, barreras, muros, que dificultan su acceso al mundo laboral.

Para abordar estas múltiples caras de un mismo fenómeno, se considera imprescindible encararlo desde la diversidad. Se antoja necesario, por lo tanto, ofrecer no solo un espacio a quienes se convierten en protagonistas de tan arduo itinerario, sino también a aquellas personas que trabajan día a día con ellas en su proceso de inserción y, por supuesto, a las empresas, concebidas como un agente esencial para alcanzar tan ansiada meta. Una diversidad que se refleja también en la concepción de la revista que, intentando aproximarse a su formato tradicional, recupera la parte más experiencial y la participación de la sociedad, al tiempo que incorpora el cómic como novedad. Asimismo, se ha decidido abrir la revista con el testimonio de seis personas que han aparecido en números anteriores de Altaveu, buscando reflejar, de esta manera, su evolución y situación actual tanto a nivel emocional como laboral.

Esta sexta edición del Altaveu, que se ha visto condicionada, una vez más, por la pandemia, se concibe, al fin y al cabo, como un monográfico destinado a desentrañar cuáles son los diferentes rasgos que atañen a la búsqueda de empleo e inserción en el mundo laboral a través de las vivencias que incumben a quienes solicitan asilo y, por extensión, a la población en general, pero con algunas particularidades que no se deben olvidar: la dificultad del idioma, la ausencia de redes de apoyo, los obstáculos para obtener determinada documentación o los prejuicios de la población.

¿Quién no se ha sentido frustrado al ser rechazado tras realizar una entrevista laboral, al no recibir respuesta tras entregar ese curriculum vitae realizado con la esperanza de pasar, aunque sea, a un proceso de selección, al perderse entre el infinito y complicado papeleo de la administración, al observar cómo su formación académica queda eclipsada por la experiencia o unos requisitos casi imposibles de alcanzar? ¿Quién no ha celebrado su primer trabajo, su ascenso o mejora laboral, el reconocimiento de un esfuerzo o la consecución de una estabilidad laboral que nunca está por llegar?

Le invitamos a abrir la revista, pasar sus páginas e intentar desentrañar esos sentimientos y emociones que, de las anteriores preguntas, se han intentado dilucidar.

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